jueves, 2 de junio de 2011

VALLADOLID por Lucía García Carretero.

Ante nuestra mirada pasan efímeramente grandes actos de historias pasadas sin que nos demos cuenta. El ritmo imparable de nuestro día a día hace que no nos fijemos en lo maravilloso que es Valladolid. Para nosotros que quizá no lo admiremos lo suficiente y para todos aquellos estudiantes de fuera que quieran adentrarse en las calles vallisoletanas, están dirigidas estas líneas. Hoy viajaremos por Valladolid, sin prisa, deteniéndonos a admirar su belleza.
El río Pisuerga, desde la Rubia hasta los ojos del Puente Mayor, divide la ciudad en dos. A su paso va dejando atrás el Puente del Cabildo, el de la Rondilla, el de la Condesa Eylo (más conocido como el de la Victoria), el Puente Mayor, el de Poniente, el de Isabel la Católica o el del Cubo, el de García Morato y el Puente Colgante. Para conocer más todos ellos basta con subirte en la Leyenda del Pisuerga para poder observarlos desde su parte inferior.
La plaza mayor de Valladolid fue construida en el s XVII como la primera plaza cuadrada regular urbanizada de España. Centro cultural, político, económico y social, está presidida por la estatua del Conde Ansúrez del gran Aurelio Carretero.

 
                                                      Estatua del Conde Ansúrez

                                          Ayuntamiento de Valladolid




El pulmón de Valladolid, sin duda alguna, es el Campo Grande. Fue mandado construir por el alcalde Miguel Íscar. Su perímetro triangular antiguamente acogía actos festivos, musicales, líricos y comerciales pero en la actualidad simplemente es un centro botánico de descanso que incluye noventa especies de árboles y plantas y contiene fauna de todo tipo: pavos reales, patos, ocas,...
Además a medida que paseas por él, podrás ver la Pajarera, los Angelitos de la Concha, el Fotógrafo, el monumento a Núñez de Arce,...

                                           Estanque y cascada del Campo Grande


                                           El Fotógrafo
 


En la plaza de San Pablo está la combinación perfecta entre pasado y futuro. Ante la mirada de cientos de jóvenes que acuden al Instituto Zorrilla de más de ciento cincuenta años, se puede observar la ventana del Palacio Pimentel donde nació el rey Felipe II. El Convento de San Pablo recientemente reformado y en frente el Palacio Real. Hacia la derecha comienza la calle histórica de Cadenas de San Gregorio en la que se encuentra el Museo Nacional de Escultura de San Gregorio.

Sin duda alguna, cuando uno piensa en Valladolid piensa en Miguel Delibes. Este vallisoletano de pro siempre tuvo presente en sus obras a su tierra. Por ejemplo, sus palabras de agradecimiento al ser distinguido con la Medalla de Oro de la provincia en el año 1993, fueron:




Cuando pases por estas calles párate. Sin prisa. Detente fugitivo. Admira. Hay mucho más a nuestro alrededor de lo que nosotros pensamos. Admíralo.

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