jueves, 2 de junio de 2011

AIRES DE MARRUECOS

Marruecos, ese país exótico que tan cerca tenemos, pero que muchas veces no tenemos en cuenta. Marruecos es un país de confesión islámica, aunque la proximidad con Europa ha hecho que occidente llegue en mayor proporción que a otros países islámicos.

Viajar a Marruecos en estos tiempos de crisis política supone un riesgo que no todo el mundo se atreve a afrontar. Elena Martín Gil es una de esas personas que ha asumido ese riesgo, viajando a Marruecos la pasada Semana Santa.

Cuando la preguntamos acerca de cómo se vivía la situación política en Marruecos, nos contó que la gente esta tranquila y que no se palpaba el miedo en el ambiente.

A través de sus ojos, Elena pudo ver la pobreza de los caminos, los cuales pudo transitar en un furgoneta alquilada, y como solo algunas carreteras importantes reciben manutención continúa por el gobierno. Los puestos de artesanía llenaban las calles, los campos estaban llenos de trabajadores, en un país en el que el mayor porcentaje de la población se dedica al sector primario o al de servicios.

En cuanto al tema que mayor polémica suscita a nivel mundial, la situación de la mujer, en los países islámicos, Elena  solo alcanzó a ver tres mujeres en su estancia semanal en Marruecos. Con ninguna de la cuales pudo mantener contacto. Teniendo en cuenta que en la religión islámica la mujer ocupa un lugar de sumisión frente al hombre, y queda relegada a las funciones de mantenimiento del hogar, alumbramiento y cría de los hijos.

Algo que picó la curiosidad de Elena en gran medida y en relación  con la situación social de la mujer fue: que en las terrazas tan solo los hombres se sentaban, mientras que las pocas mujeres que hubiera esperaban de pie. Es algo que llama la atención, ya que en España, todo el mundo puede salir a tomar algo y sentarse cómodamente en una terraza, hombres o mujeres.

A lo largo de los siglos la mujer ha sido remitida a un segundo puesto no solo en  la  religión islámica sino también en la católica, aunque en esta última la mujer ha sabido poco a poco reclamar la igualdad.  Por eso los occidentales siempre nos preguntamos si en el islamismo la sumisión de la mujer es: ¿ cultura o machismo? ¿Vosotros que opináis?

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